Apoyo al trabajo seguro y plural de la prensa
Una de las tareas primordiales del proyecto RAPP es establecer lazos de comunicación y confianza con los trabajadores de la prensa de todo el país. Esperamos tu concurso y tus comentarios.
La creación de la Red de Apoyo y Protección a Periodistas (RAPP) responde a una necesidad largamente postergada de los periodistas en ejercicio. En Bolivia, a pesar del esfuerzo desplegado por las asociaciones gremiales y los propios medios, no se cuenta con un espacio de orientación legal, apoyo y protección jurídica para periodistas que son víctimas de diversos tipos de vulneraciones a sus derechos.
Según el Observatorio de Derechos Humanos de Unitas, en lo que va del año se han registrado 61 vulneraciones contra los trabajadores de la prensa. Las más frecuentes, según el monitoreo, son las agresiones físicas, seguidas por los ataques verbales y el acoso judicial.
El consultor jurídico de la red RAPP, Ramiro Orías, sostiene que “un factor imperante es la condición de impunidad generalizada de las vulneraciones al trabajo de la prensa. No hay una sola sentencia condenatoria”. El caso Las Londras, suscitado en enero de este año, es uno de ellos.
En ese contexto, la Red de Apoyo y Protección a Periodistas (RAPP) busca llegar a los periodistas de todo el país para brindar capacitación, asistencia y consejo jurídico y constituirse en un espacio de empoderamiento y también de apuesta por la autorregulación.
Ingresa a la página de la Red RAPP y entérate de las actividades que realiza.
https://fundacionperiodismo.org/red-de-apoyo-para-periodistas/
Así también puedes descargar el formulario de denuncias que será revisado por nuestro consultor jurídico.
https://fundacionperiodismo.org/red-de-apoyo-para-periodistas/formulario-de-denuncias/
Por si no lo viste:
Mesa redonda: Diagnóstico del trabajo de la prensa en Bolivia
https://fundacionperiodismo.org/red-de-apoyo-para-periodistas/
“Cuando un gobierno tiene posturas autoritarias es un gobierno opaco”
Reflexión de la semana:
“Existen algunos medios directos para obstruir o limitar el trabajo de periodistas, activistas y otros ciudadanos que lideran la construcción de opinión pública. Estos suelen ser agresiones físicas y verbales, estigmatización personal o la criminalización, utilizando el sistema judicial. Existen también otros medios indirectos y, por tanto, a veces menos visibles, que buscan instrumentalizar medios lícitos para fines ilícitos, como es censurar o eliminar visiones alternativas. Por ejemplo, aumentando la presión y fiscalización tributaria sobre los medios independientes, condicionamientos sobre la pauta de la publicidad oficial, la concentración de medios en manos cercanas a los círculos del poder, así como las prácticas de secretismo y obstrucción al acceso a la información pública.”. (Ramiro Orías).
https://guardiana.com.bo/opinion/la-libertad-de-expresion-en-tiempos-de-polarizacion/